domingo, 8 de febrero de 2015

10 Poemas cáusticos






Belleza

belleza mía
tal como un coral
oculta y misteriosa
supongo
que la tarde que se acuesta
es nuestra,
se cierra el horizonte
en tus piernas doradas,
acaso
en un instante
tu mirada tiene mis ojos y 
puedes ver mi interior,
como navegar nuestro lago,
un salto que agoniza como espuma,
es el borde de la noche que respira
mi palma se desliza cautelosa 
bajo la piel
intacta que resiste 
el oleaje de tormentas corporales
en el intenso devenir 
cuando azota el deseo;
deduzco la miel 
y el vaso medio lleno del beso 
lucida consolé
y corrijo el norte de nuestros cuerpos

II

Pámpano indulgente cuando nos queremos
y las instancias de  caricias que se abren
que con la sed de las manos van sembrando
el delirio balsámico de los cuerpos
dibujamos un beso
el recorrido es lento
el tiempo se detiene
entre los dos nos traspasamos el cielo
soy tu prisión y tu carcelero
sumergidos en un abrazo todo lo olvidamos.
La luz de tus ojos en la mirada
es el deseo que observa  la piedra anhelante,
cumbre de los parpados
cuando se escucha el murmullo del amor
el arco y la flecha
el vaso y el agua
los dos otra vez
todo lo alienta
el mar salvando navegantes
tu cuerpo que danza en mis rodillas
te elevo
el paraíso se detiene
y las caricias no tranzan nada
ni la caída de mis labios
que te alimentan
el fuego
al amanecer.

III

En esta esquina estoy yo;
desnudo 
de sentimientos que se abren
solo para que sean sometidos,
puedo ser tu prisionero esta noche
haced de cadenas mi piel
quebrar mi voluntad
mis manos atadas 
al cósmico sentir de tus piernas,
quiero navegar en tus silencios
solo
ver que soy todo sometimiento
en estas horas largas del perdón.
solo una vez mas sentir tu verdad
en todas mis mentiras
¿que si te amo?
nada tiene que ver con el amor
soy esclavo de tus labios de almendra
esa es la verdad
insiste en tus cadenas
en tus golpes de látigo
en tus playas que consuman la dicha
y se hagan poseedoras de todo cuanto
circula en esta piedra.


IV


Sigo aquí esperando por ti
aunque pasen siglos
y no existan mas ventanas
y olas mágicas,
sigo aquí
aunque el hambre
y la lluvia de agosto
se duerma,
espero por ti
en los pórticos
en las veredas
en los horizontes
que se apagan
y el sol se retire
de mis poemas,
sigo aquí
esperando por ti


V


El grito del corazón
tiene mucho de amaneceres,
primavera de los cuerpos
el ancho mar de tu espalda
y la oreja como un radar
de arterias que acarician.

La fuente de tus ojos
tienen la abundancia
de las hojas
en el centro de la savia
y las rodillas en éxtasis
se mecen 
queriendo besar la luna
y es tan cierto este amor
incierto
entonces es mejor
huir
lejos
muy lejos para no querer
amar lo imposible.

Muchas de mis propias 
lagrimas
el frío de los poemas
las han secado...

VI

Lidiamos en la corriente de las sabanas
huecos fulminados por caricias de porcelana
ante el sosiego del tacto el beso se dilata
y nos traspasamos el deseo con los dedos;
pudiéramos no acabar este amor.

Abrazamos la piel que va quedando en la noche
todos los cristales detallados en tu espalda
música que nace al cabalgar en tus brazos
el mismo oriente tallado en los labios de la noche;
pudiéramos no acabar este amor. 

Entonces te voy sembrando los barcos que navegan
con su anclas levantadas para hacer el amor
y las hojas de miradas encendidas en la niebla
y los lirios que surgen como bandadas de hijos;
pudiéramos no acabar este amor.

VII

¿Te han amado en interminables
besos
que aniquilen tu resistencia
y en caricias acuáticas
que se manifiesten
como un torbellino
consumiendo hasta
tu sombra?
¿Has sentido el efecto
de amapolas instaladas
en tu pecho
y que presionan
la cerrada y tenaz resistencia
de tu alma?

¿te han amado mas que
este marino impenitente
a la hora de inquietar
tus piernas
que se doblegan
al paso de mis poemas?


VIII

En alas de la poesía
te doy todo el amor
en barreras que alejan
y hacen distancia
en silencios de poeta
te entrego el alma
en baúles que guardan
todas las ilusiones en versos
de distancias y ausencias
en los brazos de un poema
te entrego el corazón
que sea el desierto
que te atrapa
mis manos
también mis labios de mar
como un timón que dirige
su nave hasta tu puerta
en letras que te inundan
de esperanzas
y nunca olvides
este poeta marino
que te ama...

IX

Yo abrazo tu cielo
con las piernas del silencio
despacio entre matorrales
voy adentrándome con el frenesí de siempre
como ladrón de tus sueños que te sorprende
indago lo desconocido
como fiel pirata
dirijo la mirada a tu espalda un tatuaje
susurro tu nombre en la oreja del gozo
se vienen rosas en forma de labios y
labios que con sus hojas
me arrojan a la gloria
me asaltan mariposas
por el centro táctico
distingo tus mejillas
al abordarte entre suspiros
me hago devoto de todo lo que vive en ti
de tus piernas de tus angustias
cierro los ojos
y veo el paisaje salvaje que me acecha
eres la tierra que puedo evadir
todos mis sosiegos se despiertan
es

una noche tan solo una noche
de amor.

X


Para amarte solo hacen falta 
estos labios húmedos de raíz
profunda
esta energía que nace 
en los campos
floridos de mi alma
hace falta la mañana intrigante
con su aroma marina
y su profundo eco
de olas subterráneas
un par de algas transparentes
en el cuello del mundo
tu ombligo como terráquea
insinuación del espanto
que llevo en mis labios
congelados.
Para besarte la sombra
se hace cuerpo en tu espalda
y sorprende en la curva del deseo
te hace presa de mi desierto
te inclina el cuello después
de montar la esfera
que tiene el anillo de mi cuerpo
solo hace falta el carbón que respira
en tu garganta
hace falta la penumbra que existe
bajo tus piernas
el verdor que navega en tus dedos
hace falta extender los codos
al nivel de mis glándulas
y todo, todo este amor 
se encienda...









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