miércoles, 21 de julio de 2010

El peligroso beso de tu boca


Todos tomados del brazo fecundo,

orificio de traiciones,
cañerías corporales que siempre
están alertas
al bofetón que embaraza:


—nos debemos cuidar—


Muchas veces al voleo te deja

el hijo plantado en el vientre,
no es que quiera asestar su zumo de leche en tu vida,

basta un descuido,
y
su válvula ;
te posee, te somete para siempre.

No tiene OJOS para la desdichada

no puede ver a su victima.
Cauce de riberas desbordadas,

pasión de noches turbulentas,
al roce de manos agrietadas,
los besos;
emergen de su boca, cautelosos,
muchas veces no lo pueden corregir,
escupe su mosto como dragón enfurecido,
verdadera savia de los genes....
embetunados.

Para mi: simple gelatina, jalea de los embriones,

viscosidad anhelante,
donde el asta, espolón que aturde;
emprende su camino
cual rayo incendiando
todo

a su paso.

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