sábado, 27 de febrero de 2010

Adjetiva









Tengo en el nido de mi palma
una mujer oculta


que me habla desde su balcón

hay días en que quiero callar con ella

como el viento nada más

susurraren sus oídos bellas melodías

pero despierto ante la poderosa

pluma de su alma, 

pájaros cantando en sus mejillas;

abierta ironía son sus frases,

tormenta que se abre a la memoria,

—condenada memoria—

que tengo de ella.


Violines respiran en sus versos


digieren la tristeza como trueno,
lloraré:
en sus rodillas


en su espalda

en su lomo

en su lecho

en sus hijos
—adjetiva—


es su nombre...
...que me mata cada día,


su verbo su vestido

su agua tranquila

me dejó en el tercer cielo

respirando su olor a manzanilla.

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