sábado, 10 de abril de 2010

Cuando el prematuro silencio


Cuando el prematuro silencio,
como el sortilegio de una noche,
diversa en sus miradas triangulares,
enrede sus inmensos ojos
sobre el pináculo de tu figura;
espera y deja que te invada esa sombra,
pretende-la como siempre
bajo las siete llaves de tus vuelos,
da-le el favor augusto de tu cuerpo,
nunca menosprecies su bastión con tu imprudencia
derramada.
Si por esas cosas, de repente ocurren..las cosas...
del desierto los abriles, insistentemente lluviosos
ella se regresa con su carita de ángel
y se entromete en tus muebles viejos
el elemental sonido desesperado
de su cola larga: cogiendo la noche:
atrapa-la! conjuga-la y deja-la morir,
tal vez en su imperio
elija con espada y la memoria
de los olvidos humanos entre ellos
( en ese momento oscuro)
la llave de tu memoria
y te convierta en su alimento los mundos,
remueve tus pensamientos del olvido
con las armas que siempre has tenido
tu única esperanza, azotarla
los ríos de huidas del sosiego,
que en la derramada cuenta
de todo el recuerdo, su zanja y veneno
vivirá contigo como almendra silenciosa.
(Siempre será mejor escuchar)

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